Las técnicas de relajación, el mindfulness, incluso la práctica del yoga, pueden ser excelentes formas de preparar nuestro cuerpo y nuestra mente para la oración. Es muy difícil poder escuchar a Dios si no estamos relajados, con plena conciencia de lo que estamos haciendo. Proponemos a nuestros lectores un primer acercamiento a la relajación, en este caso en la naturaleza, para practicar tanto a nivel individual, como grupal, en un contexto de salida extraescolar al campo, convivencia parroquial, etc. Ser capaz de sentir a Dios de manera más plena, experimentar el sentimiento de pertenecer a algo más grande que yo, es el objetivo.
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