Hace algunos años, el papel de los jóvenes en la esfera política era muy escaso y se pensaba que era cosa de “gente mayor”, que los jóvenes debían dedicarse a otras cosas y dejar el tema en manos de personas con una cierta experiencia en algún campo social o laboral, y que con esa experiencia ellos podrían estar tranquilos ya que otros se iban a ocupar de resolverles el futuro.
Eso ha cambiado en la actualidad y hoy en día vemos a muchos jóvenes ocupando puestos de gran importancia en muchas organizaciones políticas, y presentándose como alternativa para defender sus ideales y transmitirlos a otros jóvenes con la intención de presentar a la sociedad y al mundo, una nueva forma de hacer política.
Sensibilidad ante las injusticias
Desde mi corta experiencia en trabajo con jóvenes, he podido percibir esa gran preocupación por las desigualdades sociales que vive nuestra sociedad hoy y sus ganas de colaborar en solucionarlas, es por ellos que muchos jóvenes que incursionan en el mundo de la política, lo hacen con el fin, de que desde dentro de las estructuras de los partidos políticos, se tienda a solucionar los problemas de las clases menos favorecidas, o al menos para un gran número de ellos, es esa la intención.
Y con esa expectativa se presentan, aunque no siempre se cumple ese objetivo y en muchos casos se suele muchas veces repetir los errores del pasado, donde la política se convierte para muchos, en un medio para enriquecerse y olvidarse de tantas realidades de desigualdad que siguen presentes en la sociedad.
Otra manera de hacer política
Continuamente por los medios de comunicación y las redes sociales, se puede ver tantos escándalos de corrupción, personas que han hecho uso de la política como un medio para enriquecerse, dejando una imagen muy triste de los que es la política, y llegando hasta el punto, que en algunos países, la participación de los jóvenes en la vida política sea muy baja. Esto se debe muchas veces, a que están cansados de que sus voces y propuestas nos sean escuchadas, o que muchas veces su imagen e ideas, sean utilizadas como una especie de marketing, para promocionar ciertas posturas disfrazadas de una nueva forma de hacer política pero que en el fondo siguen siendo las mismas ideas de siempre.
Esto los jóvenes lo ven a diario en muchos lugares y quieren algo mejor, una nueva forma de hacer política donde sea la gente el primer protagonista, llevando la voz de aquellos que no tienen voz, así como hicieron los profetas en el Antiguo Testamento, y como lo hizo Jesús, que no tuvo miedo a la hora de denunciar las injusticias de su época y convertirse en la voz de la personas más desfavorecidas, de aquellos que en su tiempo no tenían voz.
Es tiempo de cambiar
Partiendo de las experiencias del pasado y de los errores que pueden haberse cometido, creo que es tiempo de presentar al mundo, una nueva forma de hacer política, donde no primen los intereses personales, sino que sean los intereses de los más desfavorecidos, quienes ocupen el primer lugar, y esto parte de un contacto directo con la realidad, haciéndose uno con la gente, tocando y viviendo su realidad, no siendo indiferente ante sus dificultades, sino al contrario, siendo uno con ellos, para que la política se convierta en un medio de promoción y no de enriquecimiento de una pequeña clase y empobrecimiento de una gran mayoría.
El sistema cambiará, cuando cada uno de nosotros cambie de mentalidad y no repita los errores de tantos hombres y mujeres que vieron y siguen viendo en la política una herramienta para enriquecerse y aprovecharse de los demás, por eso los jóvenes, debemos hacernos sentir con nuestras voces y transmitir un mensaje claro y coherente a la hora de ejercerla.