Los participantes en el tercer “Foro de los Pueblos Indígenas” celebrado en Roma, en el ámbito de la asamblea del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA), fueron recibidos en el Vaticano por el Pontífice argentino, el cual reiteró el riesgo de que las actuales políticas económicas interfieran en las culturas indígenas y su relación con la tierra. Bergoglio siempre ha defendido las culturas y las tradiciones de los pueblos indígenas y también fue una buena ocasión para volver a criticar el actual sistema económico, que no se preocuparía suficiente de quien “a menudo es mantenido al margen del desarrollo” del país en el que viven, como las poblaciones indígenas.
Por lo tanto, Francisco dijo que “el problema esencial es cómo conciliar el derecho al desarrollo, incluyendo el social y cultural, con la tutela de las características propias de los indígenas y de sus territorios”. Para el jefe de la Iglesia católica “esto es evidente, sobre todo cuando las actividades económicas terminan por interferir en las culturas indígenas y en su relación ancestral con la tierra”.
En este sentido –precisó Francisco-, “siempre debería prevalecer el derecho al consenso previo e informado (por parte de los indígenas), como prevé el artículo 32 de la “Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas”. “Solo de esta manera, afirmó el Papa, es posible asegurar una colaboración pacifica entre las autoridades gubernamentales y los pueblos indígenas, superando contraposiciones y conflictos”. Bergoglio destacó la necesidad de una “atención especial” hacia los jóvenes y las mujeres indígenas, y en general de una mayor “integración” de estas poblaciones en la sociedad. Es decir, “los gobiernos –subrayó- deben reconocer que las comunidades autóctonas son una componente de la población que debe ser valorizada y consultada”, incrementando su “plena colaboración a nivel local y nacional”.
En este sentido, afirmó Francisco, el FIDA puede contribuir eficazmente con sus financiaciones, reconociendo que “un desarrollo tecnológico y económico que no deja un mundo mejor y una calidad de vida integralmente superior, no puede considerarse un progreso”. El pontífice también se refirió al problema del medio ambiente, afirmando que los pueblos indígenas, “con sus tradiciones y culturas, viven el progreso con una atención especial por la madre tierra”. Por lo tanto, “en este momento en el que la humanidad está pecando gravemente porque no se ocupa del cuidado de la tierra”, Francisco exhortó a los indígenas “a no permitir que las nuevas tecnologías –aun lícitas y buenas- destruyan la tierra, la ecología, el equilibrio ecológico y que terminan por destruir la sabiduría de los pueblos”.
EL FIDA ELIGIÓ A SU NUEVO PRESIDENTE El martes pasado, Gilbert Fossoun Houngbo, ex-primer ministro de Togo, se convirtió en el sexto presidente del FIDA, la agencia financiera de la ONU que combate el hambre y la pobreza en las zonas rurales de los países en desarrollo.
Tras haber sido elegido por los estados miembros de este organismo, Houngbo recordó que procede “del mundo rural, experimentando en carne propia la dureza de este tipo de vida”. El nuevo presidente del FIDA (tomará posesión el próximo 1 de abril) subrayó que ante la creciente demanda global de alimentos, el aumento de la migración de la ciudades y el impacto del cambio climático, “la inversión en la agricultura y el desarrollo rural es esencial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y terminar con la pobreza y el hambre”.
Houngbo sustituye al nigeriano Kanayo F. Nwanze, quien dirigió el FIDA desde abril de 2009. Entre los otros siete candidatos a la presidencia de esta organización también estaba la mexicana María Eugenia Casar Pérez, además de representantes de Indonesia, Italia, Marruecos, Republica Dominicana, Turquía y Suiza.
El 18 de marzo de 2016, los líderes de los 28 países de la UE, acordaron con Turquía que ésta se convirtiera en el muro que retuviera a los refugiados que llegaban principalmente de Siria
La imposibilidad de los refugiados de pasar a Grecia por esta ruta y las condiciones de vida de los campamentos de Turquía han hecho que miles de personas hayan tenido que partir desde el Norte de África.
En 2016 más de 4.000 personas han muerto en el Mediterráneo según fuentes conservadoras. En una única semana en el mes de mayo llegó a haber más de 850 personas muertas. ¡En una semana! Es como si hubieran caído tres aviones al mar, tendría que haber sido noticia, pero no lo fue. La indiferencia ante este drama nos hace cómplices.
El Papa Francisco nos dice que estamos viviendo una tercera guerra a escala mundial, una guerra que se desarrolla de manera fragmentada a partir de conflictos, crímenes, masacres y destrucciones que recorren todo el planeta.
Las guerras de Siria, Sudán, Afganistán… donde se utiliza armamento europeo o español, como en Yemen, hacen que la población civil se vea forzada a abandonar su hogar. Según ACNUR el número total de refugiados en el mundo ha aumentado por quinto año consecutivo, hasta llegar a los 65,3 millones, la mitad niños. Si fueran un país ocuparía el puesto 21º en función de su población, por encima de Francia o Sudáfrica.
En los próximos años, dentro de esta III Guerra Mundial, vamos a ver un aumento del número de refugiados y mientras en Europa crecerá el nacionalismo, el populismo y el rechazo a los inmigrantes, ya sean por motivo de guerra o económico. Y en África seguirá el saqueo de materias primas a países en conflicto provocando hambre y miseria.
El drama que viven millones de refugiados no está en la agenda de los partidos políticos europeos ni de las instituciones. Lo que sí está en la agenda de la UE es la creación de una fuerza policial europea para frenar la llegada de refugiados. Hasta 1.500 efectivos podrán intervenir, de forma inmediata, en las fronteras de un país de la Unión, aun en contra de su voluntad. O el acuerdo reciente de la UE con cinco países africanos para que hagan de muro y evitar que vengan a la vieja y enriquecida Europa.
Una refugiada junto a su hija respondía en una entrevista nada más ser rescatada del mar ¿por qué había embarcado con el riesgo que conllevaba? y respondió: “Porque la miseria mata”. Y es verdad que la miseria mata, también matan las leyes, como las que hace la Unión Europea.
Que el sufrimiento de millones de hermanos nuestros no nos lleve a caer en la indiferencia que nos haga cómplices
Pedir asilo político en Alemania no es lo mismo que hacerlo en España. El mero hecho de poder presentar la solicitud es mucho más difícil en unos países que en otros. ¿Por qué Alemania recibe tantas peticiones y España tan pocas? En el mayor éxodo derefugiados desde la Segunda Guerra Mundial, hacemos un recorrido por los principales países europeos para comprobar las semejanzas y diferencias a la hora de poder solicitar asilo político.
Pedir asilo en España, una odisea
España es uno de los países europeos donde es más difícil solicitar asilo político. El blindaje de las fronteras, especialmente en Ceuta y Melilla, ha provocado que muy pocas personas puedan presentar la solicitud de asilo político. De hecho, España ocupaba el puesto 26 de los 27 países de la UE en el año 2013, tan sólo por encima de Estonia.
Sin embargo, esta situación ha mejorado desde que en marzo de este año se han abierto dos oficinas de asilo en los puestos fronterizos de Ceuta y Melilla. En lo que va de 2015, en Melilla ya se ha presentado más de 4.000 solicitudes.
Pero las cifras de España distan mucho de las de nuestros socios europeos. El año pasado, nuestro país sólo atendió a 5.947 solicitudes, lo que representa el 0,95% del total de las que se presentan en toda la UE. De todas ellas, el Ministerio del Interior concedió la protección internacional a 1.585 personas y denegó el 56% de las peticiones, según un informe de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).
También es cierto que, tradicionalmente, España es un país de destino de inmigrantes económicos (que se desplazan para mejorar sus condiciones de vida), más que de refugiados políticos (que huyen de la guerra o de la persecución política en sus países). Por ejemplo, ecuatorianos o argentinos prefieren emigrar a España por los lazos culturales y lingüísticos, mientras que los sirios escogen Alemania por las redes familiares, ya que allí hay asentada una gran colonia kurda de origen sirio.
Una vez que el refugiado logra llegar al puesto fronterizo y presenta su solicitud, la Administración tiene un plazo de cuatro días para admitirla a trámite o no. Si la respuesta es positiva, el solicitante de asilo comienza a residir en pisos gestionados por ONG o en centros de acogida. Éste es uno de los problemas que presenta España, ya que, por ejemplo, el CETI de Melilla está diseñado para acoger a inmigrantes, pero no para solicitantes de asilo, que tienen unas características diferentes. Por ejemplo, este centro no está preparado para que exista vida familiar y, por tanto, hombres y mujeres duermen separados.
Durante seis meses, el solicitante de asilo tiene garantizada la manutención y el alojamiento. Además, recibe clases de español dos o tres veces por semana y puede contar con una ayuda de 50 euros mensuales para el transporte. Pasado ese periodo de tiempo, comienzan los problemas, ya que, salvo los casos más vulnerables,la mayoría de los refugiados acaba en la calle y con pocas posibilidades de integración.
Alemania, 'el Dorado' de los refugiados
Pese a su fama de insolidaria, Alemania es el país de la UE que más solicitudes de asilo recibe y el que más ayudas proporciona para la integración de los refugiados. El Gobierno de Ángela Merkel espera recibir este año más de 800.000 solicitudes.
Además de proporcionarles techo, manutención, servicios sanitarios y ropa, los refugiados que llegan a Alemania reciben 143 euros mensuales en metálico para sus gastos. Esta situación, que garantiza la Ley de Asilo, se prolonga durante tres meses, tras los cuales se les proporciona aprendizaje de la lengua alemana y formación profesional que les permita integrarse en el mercado laboral.
Durante este segundo periodo y hasta que se independizan del Estado germano, pasan a estar bajo protección de otra ley, la conocida como Hartz IV, y reciben mensualmente entre 287 y 359 euros por persona dependiendo de la situación de cada uno, además de 84 euros mensuales por hijo y el coste del alojamiento, medicinas y otros bienes de primera necesidad, incluida la calefacción, hasta que empiecen a trabajar y valerse por sus propios medios.
Estos gastos, sumados a los costes extraordinarios de personal para los trámites burocráticos, los programas activos de búsqueda de empleo y los costes de la seguridad de los albergues, debido a que están aumentando los ataques violentos, sumarán una cantidad hasta diciembre de 10.000 millones de euros en un año, casi medio rescate a Grecia. Además, el Gobierno alemán acaba deaumentar los presupuestos en 3.000 millones de euros, (que se suman a los 10.000), para reforzar la acogida y crear 150.000 plazas nuevas.
Suecia, el otro paraíso
Después de Alemania, Suecia es el país de la UE que más solicitudes recibe. En 2014, (todavía no hay datos oficiales de 2015) Suecia recibió 75.095 solicitudes, de las que concedió 33.025.
Estas peticiones se tramitan en las oficinas de la Agencia de Migración Sueca, normalmente de las grandes ciudades (Estocolmo, Gotemburgo y Malmö). Allí el refugiado debe presentarse y explicar cómo ha llegado hasta Suecia, y dejar las huellas dactilares. Entonces, se evalúa si es Suecia quien debe tramitar la solicitud de acuerdo al Convenio de Dublín, que exige que se debe presentar la petición en el país por el que ha entrado en Europa. En caso positivo, se le proporciona ayuda legal y un traductor sin cargo.
Mientras dura el proceso, la Agencia de Migración le proporciona alojamiento, que bien puede ser en casas, apartamentos o en centros de recepción. En casos de flujos excepcionales, la agencia alquila cámpings y hoteles como centros temporales.
Durante ese tiempo también tiene permitido trabajar, siempre que su solicitud se esté considerando en Suecia, ésta sea legítima y haya ayudado a probar su identidad. El Servicio Público de Empleoayuda en la búsqueda de trabajo. Si no se tiene ningún empleo ni tampoco se dispone de dinero propio puede recibir una compensación económica suficiente para cubrir alimentación, ropa y gastos personales. También tiene acceso a la sanidad pública: basta con mostrar la tarjeta y pagar unos cinco euros. Si la refugiada está embarazada tiene cubierto sin cargo la ayuda médica y los menores de 18 años no pagan.
Si se concede el asilo se obtiene (normalmente) el permiso permanente de residencia y trabajo en Suecia; por tanto, hay que registrarse en la Agencia Tributaria sueca. El periodo de espera en los trámites normalmente tardaba unos tres o cuatro meses. Sin embargo, han sido tantas las peticiones en el último año que el proceso ahora supera los seis meses. El pasado verano se anunció la contratación de personal para agilizar los trámites.
Una vez obtenido el permiso, el refugiado puede o vivir por su cuenta o aceptar la municipalidad a la que el servicio de inmigración le envíe; en ese caso le proporcionan una vivienda, así como ayuda económica y orientación en su vida en Suecia.
Italia, desbordada
Italia es otro de los países que más peticiones de asilo recibe, una situación que se ha multiplicado en 2015 con el dramático incremento de las entradas. Los recién llegados que puedan acreditar que corren el riesgo de sufrir violencia o persecución en su país de origen deben presentar una petición formal a la Policía de frontera o en la oficina de inmigración de la Jefatura de Policía.
La resolución de los casos suele durar más de un año, según explica el abogado Salvatore Fachile, miembro de la Asociación por los Estudios Jurídicos sobre Inmigración (ASGI, en sus siglas en italiano). Este lapso de tiempo genera una situación de incertidumbre y ansiedad total en los refugiados, ya que viven con el corazón en un puño sin saber qué será de su futuro.
Durante la espera, el Gobierno italiano aloja a los inmigrantes en los denominados centros de acogida y solicitud de asilo. En total existen 14 en todo el país. Pero ante la llegada masiva de inmigrantes en el país, el Ejecutivo empezó a habilitar otras instalaciones de forma "extraordinaria" para alojarles.
Ahora se pueden encontrar refugiados hasta en asilos -compartiendo espacios con ancianos-, o en dependencias que dejan mucho que desear. Existen 1.657 centros de acogida extraordinaria en Italia, según datos del Ministerio de Interior. Es decir, la mayoría de solicitantes de asilo se encuentran en estos "centros extraordinarios", que reciben dinero del Gobierno, a cambio de, en teoría, ofrecer una serie de servicios al refugiado.
"El Gobierno paga 35 euros al día por inmigrante a los ayuntamientos que cuentan con centros de acogida para extranjeros en su municipio, o a las asociaciones que los gestionan. Pero no controla dónde va a parar realmente ese dinero", lamenta Fachile. Eso hace que, según relata, muchos centros no ofrezcan un buen servicio a los refugiados. "No les facilitan asistencia legal ni apoyo psicológico, y la comida que les sirven también daría mucho que hablar", afirma.
El solicitante de asilo puede trabajar a partir de los seis meses mientras espera la resolución de su caso. ¿Pero dónde? Ése es otro problema. Si finalmente su petición de asilo es denegada, se le dictará una orden de expulsión. Otra cosa es que se haga efectiva. La mayoría se queda en un limbo total, en Italia o en otro país, en situación ilegal.
Reino Unido, de la mano dura a aceptar más
En los últimos meses, el primer ministro británico, David Cameron, ha pasado de tener mano dura y negarse a aceptar más refugiados a ceder a la presión y admitir que acogerá a más solicitantes de asilo.
El Gobierno recomienda hacer la petición nada más llegar al país para tener más garantías de ser aceptado. A quienes tienen ya familia en el país, el Ejecutivo les proporciona un visado temporalde estancia como "miembro de una familia establecida".
La agencia responsable del proceso es la UK Border Agency. Nada más pedir el asilo, el aspirante mantiene una primera entrevista personal con un agente de inmigración (en un fase llamada "screening") que hace un primer examen de su caso. Superada la prueba, se mantiene una nueva "entrevista de asilo" con un trabajador social especializado que emite su veredicto sobre el caso.
Las peticiones tardan en resolverse seis meses. Mientras dura el proceso, el Ministerio de Exteriores facilita alojamiento en hoteles y hostales. En casos urgentes, que pueden tramitarse hasta en nueve días, los solicitantes son "retenidos" en el Harmondsworth Immigration Removal Center o el en el Yarls Wood Removal Center. El Gobierno británico condena con penas de hasta dos años de cárcel a quien haya facilitado información falsa sobre su condición para intentar conseguir el asilo.
Desde hace dos años, el Gobierno británico ha puesto en marcha el programa de relocalización de personas vulnerables, que hasta ahora había servido para acoger en el Reino Unido a 216 refugiados sirios y garantizarles "protección humanitaria" durante 5 años. Los niños huérfanos, los mayores, los discapacitados y las mujeres que hayan sufrido abusos sexuales tienen prioridad en este programa, que se extenderá a otros segmentos "vulnerables" de la población siria, incluidas las familias con niños pequeños.
Francia, a favor de cuotas obligatorias
El presidente francés, François Hollande, ha encabezado junto con la canciller alemana, Ángela Merkel, la batalla para que los países de la UE acepten las cuotas obligatorias de refugiados para que haya un reparto más equitativo.
En Francia, el refugiado se beneficia de un estatus de protegido y se le reconocen derechos especialmente sociales. La persona que recibe el estatus de refugiado tiene tres meses para convertirse en "refugiado reconocido" y, a partir de ese momento, recibe una carta de residencia válida durante diez años. Esta tarjeta de residencia es renovable, lo que otorga al refugiado un estatus de protección muy elevado. Al llegar, el refugiado firma un contrato de acogida e integración y su estatus puede cambiar en el caso de no respetar las condiciones del contrato.
El tiempo de respuesta de la solicitud varía en función de la urgencia de cada caso. En situaciones extremas se obtiene una respuesta en 15 días. En casos de menos urgencia puede haber un margen de hasta seis meses.
El derecho de reunificación familiar está abierto y se recibe ayuda a la hora de encontrar una vivienda. Además, en los casos de especial vulnerabilidad, se ayuda al refugiado a acceder a centros de acogida provisionales. En Francia, los solicitantes de asilo también tienen derecho a alojamiento. Desde enero de 2015, la ayuda establecida es de 11,40 euros al día por adulto (79,80 por semana).
Al refugiado reconocido se le facilita el acceso a la nacionalidad francesa. De hecho, pueden beneficiarse de los mismos derechos que los ciudadanos franceses. Asimismo, los refugiados siguen una formación cívica y lingüística, además de recibir una sesión informativa sobre la vida en Francia. Estas personas pueden acceder al mercado de trabajo en cuanto obtienen la mención de "refugiado reconocido".El religioso pone en marcha un restaurante para dar de comer a los pobres cerca de la iglesia de San Antón en Madrid.
El Padre Ángel se viste de chef para servir la primera cena a Alfonso y Almudena, una pareja sin techo que a partir del próximo 29 de noviembre podrá cenar caliente a diario en el restaurante social Robin Hood en Madrid. Emma García, una maestra comprometida con las personas sin hogar, les acompañó en esta primera experiencia piloto.
Y es que el padre Ángel, que el próximo mes de marzo cumplirá 80 años, nunca desiste. Si hace dos años puso en marcha la Iglesia de San Antón, que atiende y acoge a todo el mundo por igual independientemente de su contexto social, cultural o religioso, ahora quiere que ricos y pobres compartan también los mismos restaurantes y cocineros. Durante el día podrá acudir al establecimiento todo aquel que quiera a disfrutar de un buen desayuno o menú a precios asequibles. Por la noche dará dos platos, postre y café caliente a personas sin recursos y a los sin techo a coste cero.
“No se trata de robar a los ricos para dar a los pobres, sino de que aquellos que tienen mejores recursos y más suerte, compartan con los que están pasando una mala etapa”. Así resume el presidente de Mensajeros de la Paz el objetivo del proyecto. El primer restaurante que abrirá sus puertas está en la calle Eguilaz, 7, a pocos metros de la Iglesia de San Antón, por la que pasan cada día muchas personas sin recursos.Ya han mostrado interés en la iniciativa cinco restaurantes más de Madrid que comenzarán a funcionar a partir de diciembre. Por su parte, un establecimiento en Oviedo y otro en Gijón han confirmado que se sumarán a la cadena de locales que den servicio al uso durante el día, y comedor social durante la noche el próximo mes de diciembre. “Y hay varios más en otros puntos del país que pronto harán pública su incorporación, estamos abiertos a ayudar a todo el que quiera unirse a la cadena de restaurantes solidarios”, asegura el padre Ángel, consciente de que todo aquello que se propone, termina por cumplirse.
El sacerdote asturiano está convencido de que este tipo de acciones puede sacar de la calle a cientos de personas: "No podemos pretender que la gente encuentre un trabajo y salga de la calle si no tiene el estómago lleno, un techo, un lugar donde asearse. Si no se les da la posibilidad de estar fuertes, lúcidos y limpios nunca podrán insertarse de nuevo en la vida laboral”. Así, el proyecto se convierte en una vía para dignificar a las personas “sin techo”, para apoyarles en la búsqueda hacia la vida normal que desean. Ellos mejorarán y nuestro país, también. Esa es la tesis del padre Ángel.
Cuando Alfonso Santamaría, de 46 años, entró por primera vez en la Iglesia de San Antón, en el barrio de Chueca, hace ocho meses, no imaginaba que la vida estaba a punto de darle un vuelco radical. Llevaba 90 días viviendo en la calle, después de quedarse en el paro y discutir con su hermana con la que vivía en un barrio céntrico de Madrid. “Yo tenía el ánimo muy bajo, mi madre había fallecido, mi padre estaba en una residencia y mi hermana, a la que yo le pagaba un alquiler, me pidió que me fuera de su casa tras una discusión. Yo tenía el ánimo por los suelos y no conseguía ver la luz”.
La Iglesia de San Antón le ofreció ropa, desayuno caliente y un bocadillo al día, gente con la que ver el fútbol, alguien que le escuchaba y la posibilidad de enamorarse de nuevo. Todo eso le ocurrió de repente, en su momento más bajo, cuando más baja tenía la autoestima. "Uno piensa que con esas circunstancias nada te puede salir bien”.
Almudena, que pronto llegará a los 40, llevaba ya más de tres años en la calle. “Yo era adicta a las pastillas, tenía depresión y me había ido de casa de mis padres porque me enamoré de un chico conflictivo. Él me dejó poco tiempo después y me dio vergüenza volver a casa, tenía la autoestima por los suelos, me consideraba una mierda y me daba miedo pensar que no me aceptarían. Luego todo pasa muy rápido. La primera noche que me vi sola en la calle dormí en la plaza de Ópera, y a partir de ahí cada día que viene inviertes toda tu energía en qué vas a comer, dónde vas a dormir, que nadie te haga daño, que tienes frío. No te quedan fuerzas para pensar a largo plazo. Al dormir en la calle descansa tu cuerpo, pero la cabeza siempre está alerta. Pensar en cómo dormir hoy no te deja ver que quizás haya forma de salir de esta mierda”, dice la madrileña con lágrimas en los ojos.
Los dos coinciden en que conocer al Padre Ángel les ha cambiado la vida. Están enamorados, piensan en casarse en el mismo lugar en el que se conocieron y tienen por primera vez desde que son “sin techo” la certeza de que la salida a su complicada situación está más cerca. “Nosotros queremos salir de la calle, pero sin apoyo es imposible. Cuando conseguimos algún trabajillo – Alfonso es churrero y ha trabajado durante mucho tiempo en la construcción-, la gente no quiere alquilarnos habitaciones en su casa porque se dan cuenta de que estamos demacrados, delgados, que tenemos la dentadura estropeada y no confían. Eso te hace sentir que eres lo peor de la sociedad".
EL 'PADRE' QUE CAMBIA LA VIDA
Que alguien les abrace como el padre Ángel, que les dé un plato caliente o algo de chocolate es lo que más les reconforta. "Te anima a luchar para salir adelante por ti mismo, pero también por la gente que confía en ti. Porque se lo debes, y nosotros queremos ganar un sueldo para tener un techo, comer y ayudar a los que estén como ahora estamos nosotros”, dice Alfonso, comprometido con ayudar a los restaurantes Robin Hood en cuanto consiga ingresos estables.
Para Almudena y Alfonso las noches son cada día una aventura distinta. Ahora duermen en el aeropuerto de Barajas, detrás de unas columnas. “Allí al menos no llueve y sobre todo, nos sentimos seguros. La calle es terrible y allí por lo menos hay seguridad y pasamos desapercibidos entre la gente que tiene que esperar un avión de noche”. No ahorran, porque pagar el metro de ida y vuelta desde Barajas supone 8 euros por cabeza al día pero merece la pena porque en la calle cada vez hay más competencia y el índice de “sin techo” se ha incrementado muchísimo en los últimos dos años.Incluso hay peleas para dormir en la calle.
Los cajeros y las salidas de aire caliente de los metros son ahora el paraíso de los que no tenemos hogar y conseguir uno es casi como que te toque la lotería”, dice Almudena sonriendo. Y conseguir comida tampoco era una misión fácil. Existen muchos centros sociales y comedores, pero hace falta estar empadronado. Allí las colas son muy largas y el ambiente muy difícil.
Al padre Ángel le resulta precario entregar una bolsa de comida a las personas que tienen que alimentarse en los portales, de pie, con frío. “Eso desmotiva y deprime a cualquiera. La gente tiene que comer algo caliente y sentarse a una mesa, es importante ayudarles a recuperar su autoestima, a mantener su salud y recordarles que igual que llegaron a esa situación, es posible salir de ella”, dice el religioso. Por ello quiere que ricos y pobres utilicen los mismos recursos. Servilletas de tela, vasos de cristal y nada de cubiertos de plástico. Porque los “sin techo” también necesitan sentirse integrados y ser más felices. “Compartir sus historias personales les harán estar más cerca unos de otros, porque de verdad que unos y otros no somos tan distintos”.
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Table CellEuropa está intentando tomar medidas para controlar la llegada sin precedentes de migrantes. |
Las escenas de policías antimotines disparando gases lacrimógenos contra inmigrantes que vimos esta semana se dieron en dos frentes de Europa.
En el norte de Francia, los inmigrantes se enfrentaron a la policía para evitar que los desalojaran de un sombrío campamento improvisado en las afueras de Calais, la llamada "jungla".
Los inmigrantes se negaban a aceptar el realojo alternativo propuesto por las autoridades francesas.
Su intención es viajar a Reino Unido, pero las nuevas vallas construidas en la zona mantienen cerrada esta puerta de entrada.
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Table CellPor ahora las cercas construidas en Europa están teniendo el efecto de sumir en una crisis a Grecia, |
Al otro lado de Europa, en Grecia, varios cientos de inmigrantes destruyeron una cerca en la frontera con Macedonia para forzar su entrada a ese país.
Unas 7.000 personas están varadas en Grecia intentando viajar hacia países del noroccidente de Europa.
Pero Macedonia, una de las principales puertas de entrada hacia las ricas naciones europeas, está imponiendo nuevos controles.
La policía macedonia respondió lanzando balas de goma y gases lacrimógenos a la multitud, en la que había mujeres y niños.
La "solución Trump"
Ambas escenas muestran cómo Europa está intentando tomar medidas para controlar la llegada sin precedentes de migrantes provenientes de países azotados por la guerra, como Siria e Irak.
La respuesta europea a esta crisis de "proporciones históricas" ha sido construir cada vez más muros.
No sólo Macedonia sino otras naciones de los Balcanes han erigido vallas para reducir el flujo de inmigrantes.
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Table Unos 7.000 migrantes están varados en Grecia intentando atravesar Macedonia. |
Bulgaria construyó una valla a lo largo de su frontera con Turquía. Hungría completó en septiembre pasado una barrera en su frontera con Serbia.
Austria está erigiendo una barrera en el cruce fronterizo con Eslovenia.
Algunos ya lo llaman "la solución Trump", tras los comentarios del aspirante presidencial Donald Trump en los que defendía construir un muro a lo largo de la frontera de Estados Unidos con México.
"Catástrofe humanitaria"
Por ahora las cercas construidas en Europa están teniendo el efecto de sumir en una crisis a Grecia, a donde llega por mar la mayoría de los inmigrantes procedentes de Medio Oriente.
"Para Grecia es una catástrofe humanitaria", le dijo a la BBC Gerald Knaus, presidente de la Iniciativa para la Estabilidad Europea, un centro de estudios de Berlín.
"Es irresponsable e insensato que los miembros de la eurozona, que se están arriesgando tanto con la inestabilidad griega, pongan al país en esta situación".
Lo que Europa está intentando con sus controles cada vez más estrictos es enviar un mensaje que detenga el flujo de inmigrantes.
Pero esto, hasta ahora, no ha ocurrido.
"Lo que ha pasado es que las naciones del Báltico se han convertido en los 'laboratorios' de las ideas de los políticos europeos", dice Elizabeth Collett, directora de la región de Europa del Instituto de Políticas de Migración, un centro de estudios basado en Washington, EE.UU.
"Se quiere ver qué es lo que funciona y cómo funciona. ¿Debe permitirse la entrada a los países del norte? ¿Deben cerrarse las fronteras?".
"Creo que los países de los Balcanes están siendo muy útiles para Europa al hacer lo que los países del norte no han querido hacer, o sea, decirle 'No' a la gente que quiere entrar al continente", agrega.
Sistema migratorio
En efecto, Macedonia asegura que sólo está implementando las estipulaciones del Consejo de Europa: evitar los cruces ilegales a través de su frontera y establecer centros de recepción para registrar a los migrantes.
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TabVarios países han construido vallas para evitar el paso de migrantes hacia el occidente de Europa. |
"Personalmente, si me preguntan a mí, lo más fácil para Macedonia sería abrir nuestras puertas y dejar que pasen todos los migrantes hacia el occidente de Europa", le dijo a la BBC el canciller macedonio, Nikola Poposki.
"Pero esto no es lo que han estipulado los países europeos. Lo que han dicho es que quieren un sistema de migración con el que se acepte a inmigrantes elegibles que cumplan condiciones", aseguró Poposki.
"De manera que tenemos que tener un sistema", agregó.
El sistema, aseguran los expertos, ha resultado en que cada país dentro de Europa parece estar construyendo sus propias cercas y sus propios controles.
Y es un sistema que no parece estar funcionando.
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TabLos controles más estrictos no han detenido el flujo de migrantes de Medio Oriente. |
La gente continúa llegando por mar y tierra, arriesgando su vida para encontrar una nueva vida en Europa. Tal como señala David Miliband, presidente de la organización humanitaria Comité Internacional de Rescate (IRC, por sus siglas en inglés), está claro que las vallas y los muros no están funcionando.
"En los 30 países donde trabajamos con el IRC y toda nuestra experiencia con muros y cercas nos ha demostrado que cuando más alto construyas un muro, más alto salta la gente; cuanto más profundas las vallas, más camino recorrerán los que quieren atravesarlas".
Los únicos beneficiados con estos muros, dice Miliband, han sido los traficantes de personas.
"Una persona paga US$1.300 para poder cruzar los 6 km del mar Egeo, de Turquía a Grecia. Pagan US$650 para llevar a un bebé y se lo pagan a los traficantes", afirma.
"De manera que algunos están ganando mucho dinero debido al fracaso para establecer rutas legales y organizadaspara la gente atrapada en Medio oriente".
Lo que se necesita, asegura David Miliband, es una mejor coordinación internacional, no sólo de Europa sino mundial, para hacer frente a esta crisis.
"Ningún país europeo, ni siquiera Alemania, puede asumir toda esta carga solo, por eso debe haber una reubicación coordinada de personas en toda Europa y, lo principal, es que el resto del mundo también necesita contribuir", afirma.
"Canadá aceptó 25.000 refugiados sirios y eso es muy positivo. Pero Estados Unidos sólo ha aceptado a 10.000. Es necesario duplicar esa cifra para poder lograr una respuesta amplia a este problema".
"El debate de los muros y cercas está ocurriendo en todo el mundo, incluido Estados Unidos que está en medio de una campaña electoral. Pero es claro que los muros no funcionan", concluye David Miliband.
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Los únicos beneficiados con estos muros y vallas, según algunos expertos, han sido los traficantes de personas. |