Estamos ante lo que podríamos llamar un “milagro menor”.
Hace unos meses en un hospital español a una persona le trasplantaron las dos manos y
parece que va recuperando la sensibilidad. Lo que en poco tiempo será común en la medicina
era sorprendente hace dos mil años.
El evangelio dice que Jesús devuelve la sensibilidad a alguien que tenía el brazo paralizado.
No se trataba de “adelantarse” a la medicina… era un signo de la importancia de la
sensibilidad, dentro del contexto de una disputa con los fariseos y herodianos más amplia.
Mejor vamos por partes.
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