¿Cuántas veces le hemos pedido a Dios que haga algo bueno a favor nuestro o de otra
persona y, aparentemente, Dios no nos ha escuchado?
Es una de las razones por las que nos cuesta creer en los milagros de Jesús. Una determinada
formación religiosa ha insistido en la imagen de un Dios “milagrero”. Con promesas,
donativos, etc. conseguiríamos que Dios hiciese maravillas.
Los 35 milagros de Jesús registrados en el Nuevo Testamento son más que maravillas:
son señales. Son signos de que la salvación ha llegado. Signos que vienen a confirmar, con
hechos concretos, las enseñanzas y actitudes de Jesús. Él los realizo para exhortar a hombres
y mujeres a que creyesen que Dios quiere para todos una vida plena.
Es necesario volver al Evangelio.
Puedes descargar el artículo completo en: https://www.dropbox.com/s/7zj6fm3l69pqolu/01%20ENERO2010.pdf?dl=0