Vivimos en una sociedad donde continuamente se escucha la palabra “austeridad”, la escuchamos principalmente en los políticos de turno, pero también la escuchamos en muchas familias que no llegan a fin de mes o que han perdido el empleo a causa de la crisis economía del 2008; esto desencadenó un gran revuelo social que nos llevó a ver el mundo de otra forma, a ver que aquello que creíamos seguro, no lo era, a ver cómo se esfumaban muchas posibilidades en numerosas familias que tuvieron y han tenido que replantearse un nuevo orden económico y social.
Esto ha producido un gran cambio, sobre todo en la población juvenil, que han comenzado a vivir con menos seguridades que antes, y ese tener menos seguridades, “me refiero al ámbito económico”, nos invita a valorar más lo que tenemos, aprovecharlo más y por qué no, a compartirlo con los menos favorecidos de la sociedad.
La clase política
El discurso de la austeridad ha hecho sufrir a muchos y algunos no quieren ni escuchar hablar del tema, es que los ejemplos han sido muchas veces vergonzosos, cuando continuamente se habla de austeridad por parte de algunos políticos, algunas veces da vergüenza, ya que mientras se les recorta a muchas personas, la corrupción en la esfera política es más amplia.
¿Cómo ven nuestros jóvenes esto?, con decepción, y esto ha provocado un gran rechazo por parte de los jóvenes de hoy a los políticos tradicionales y esto ha promovido en gran parte, el surgimiento de nuevos grupos o partidos políticos que condenan este tipo de hechos, pero que su propuesta tienden a ser radicales en algunos aspectos y en el futuro podría traer grandes consecuencias sobre todo en las nuevas generaciones.
Acompañamiento de los jóvenes
El proceso de cambio que se está experimentando en la actualidad nos debería llevar a reflexionar sobre un argumento tan importante y soñado en nuestros días: se trata de fomentar un modelo más sencillo donde todos podamos ser partícipe de él y donde los jóvenes ejerzan un protagonismo sano, es decir aportando nuevas ideas, que nos ayuden a desarrollar una nueva manera de ver las cosas, esa nueva manera de ver las cosas, tiene que excluir en las medida de sus posibilidades los radicalismos que muchas veces no son sanos para el desarrollo de la sociedad.
Los jóvenes con sus nuevas ideas, son las personas mejor indicadas para llevar adelante este proceso, claro, acompañados por otras visiones que en la medida de las posibilidades nos hagan ver hasta qué punto puede ser aplicable o no. Un nuevo concepto de austeridad, aplicado a la realidad de las cosas, sin perder de vista el tiempo presente que estamos viviendo como sociedad.
Nuevos protagonistas
Sembrar en el joven de hoy, esa nueva semilla, que les ayude a descubrir que aquello que poseemos no es solo de nosotros, que estamos llamados a compartirlo, en la medida de nuestras posibilidades, alejar muchas veces ese egoísmo excluyente que impera en nuestra sociedad y que muchas veces no nos permite compartir aquellos bienes o dones que poseemos.
Lo que tenemos, no es solo de nosotros, podemos compartirlo con los que no tienen o con aquellos que tienen dificultad para adquirirlo. Dejemos a un lado todo aquello que no nos permite compartir y sembremos la semilla de la solidaridad y del buen uso de las cosas. Tú joven eres fundamental en este proceso, la sociedad tiene puestas sus esperanzas en ti.